Mis dedos,
como tinta,
chapotean en un papel manchado.
Roto.
Quemado.
Donde nadie escribiría.
Mi lengua se empapela y rasga el papel.
Lo rompe y lo hiere con palabras ensangrentadas.
Inertes.
Ceniza.
Mis párpados tiemblan
y mi cuerpo ha perdido su peso.
Cae,
atraviesa el suelo.
Charcos de sangre
y polvo en el viento.
Negro. Negro. Negro.
Mis pies se desvanecen,
convertidos en arena inconsistente.
Arena fina y débil que olvidó sus zapatos.
Olvidó dónde ir.
Se disgrega en diminutos granos apagados.
como tinta,
chapotean en un papel manchado.
Roto.
Quemado.
Donde nadie escribiría.
Mi lengua se empapela y rasga el papel.
Lo rompe y lo hiere con palabras ensangrentadas.
Inertes.
Ceniza.
Mis párpados tiemblan
y mi cuerpo ha perdido su peso.
Cae,
atraviesa el suelo.
Charcos de sangre
y polvo en el viento.
Negro. Negro. Negro.
Mis pies se desvanecen,
convertidos en arena inconsistente.
Arena fina y débil que olvidó sus zapatos.
Olvidó dónde ir.
Se disgrega en diminutos granos apagados.
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